La traducción jurídica se refiere a documentos de carácter jurídico pero no tiene valor oficial como traducción certificada. Se utiliza a menudo en un ámbito profesional, comercial o para procedimientos previos al contencioso.
A diferencia de la traducción jurada, la traducción jurídica:
- No está firmada ni sellada por el traductor
- No incluye la mención «Vu ne varietur»
- No está destinada a ser presentada ante una autoridad como prueba oficial, salvo petición específica